lunes, 3 de agosto de 2009

Arqueología Submarina

En una zona donde hemos estado operando durante el último año y medio, se hizo un importante hallazgo arqueológico. Se trata de un ancla tipo almirantazgo con cepo, que habría pertenecido a una fragata de la Royal Navy del siglo XVIII.

El ancla fue "encontrada" por el pesquero "Samaritano" de matrícula de Valdivia a una profundidad de 25 metros frente a la playa La Misión, a unas 5 millas al norte de Corral. Según una versión periodística, este pesquero enrredó el ancla en su red de cerco y posteriormente la remolcó hasta el terminal pesquero de Niebla. La primera pregunta que me asaltó fue: ...¿qué hacía ese pesquero calando una red bolinchera a menos de 1 milla de la costa, si la pesca semi industrial sólo puede efectuarse despúes de las 5 millas......?



La noche anterior a la publicación de este artículo en la prensa local (Diario Austral) había estado navegando en la zona del hallazgo, por cuanto al otro día fui hasta el terminal pesquero de Niebla para ver de qué se trataba el ancla. Por su puesto, este caso salió a la luz pública unos dos meses despúes de que el Samaritano desembarcara el resto arqueológico, como medida de protección contra curiosos y "raqueadores" que podrían intervenir el área en busca de pecios o un eventual naufragio y posterior a que la Autoridad Marítima y organismos de investigación académica como una consultora arqueológica hicieran un levantamiento inicial.



En el terminal de pesca de Niebla, con el ancla británica, un paño de cadena y el cepo no está.

Una posibilidad es que exista un naufragio en el lugar, aunque aparentemente no hay registros históricos de tal naufragio, otra es que el buque inglés se halla fondeado en ese punto y el ancla se halla enrredado en el fondo y luego de infructuosas maniobras para que despegara, la tripulación la haya "largado".

¿Qué pasa con el Patrimonio Cultural Subacuático en Chile?

Sin ser arquéologo submarino, tengo algunos antecedentes para poner en perspectiva el estado del arte de esta disciplina en Chile.

La investigación prehistórica subacuática se encuentra en ciernes, considerando no más de tres estudios sistemáticos en este ámbito. La arqueología marítima, necesariamente, tiene que tener una visión que trasciende la franja litoral actual hacia extensiones bajo el agua, donde aún yace una parte importante del registro, considerando que: la vida de una población marítima comprende más allá de la línea de costa, hacia el intermareal y mar adentro, y por otra parte, los significativos cambios en el nivel del mar desde fines del Pleistoceno, existiendo en el pasado extensas terrazas litorales que hoy se encuentran sumergidas. La arqueología subacuática es un método desarrollado muy incipientemente en Chile.

El otro vestigio de relevancia corresponde a los naufragios históricos, teniendo en cuenta que desde tiempos de la conquista de América hasta tiempos actuales, nuestras costas han sido navegadas por muchos marinos; sin embargo, todos ellos han experimentado la peligrosidad de las aguas del Pacífico, del Golfo de Penas, Cabo de Hornos o Estrecho de Magallanes, por sólo nombrar algunos. Todas esas zonas, sujetas a fuertes vientos, marejadas y corrientes, han causado cientos de naufragios, sobre todo cuando las embarcaciones medían unos cuantos metros de eslora y estaban construidas por débiles tablas de madera. En suma, embarcaciones de las más diversas características, y en los momentos más diversos, han zozobrado o han tenido que abandonar sus cargas, equipos y equipajes, los que constituyen testigos materiales de distintos momentos, es decir, un verdadero acervo de vestigios arqueológicos de nuestro pasado.

Pese a que nuestro país posee más de 4 mil kilómetros de costa, no se han dado aún las condiciones adecuadas o necesarias para que, primeramente, se estudie el patrimonio cultural existente bajo el agua y luego, pueda ser recuperado, tal como lo han hecho otras naciones de igual o menor tradición marítima o, en nuestro país, como lo han hecho algunos privados o un par de universidades también privadas, recién en los últimos 3 ó 4 años.



Junto al ancla en el posado, mi amigo Robert Ziller, sus hijos y yo.



En la picá "Terrazas de Centinilla", al fondo vista del mar que baña la playa La Misión, cerca del hallazgo.

1 comentario:

  1. Caballero, disculpe la demora en contestarle, Mi correo es salaspeni@gmail.com, por el comentario del Dresden...

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